jueves, 9 de abril de 2020

En el recuerdo. Tu Cirineo, Mi Padre por Francisco Fernández

Francisco Fernández. Si pulso el botón del tiempo, y lo quiero parar a mediados de los años 70, en Arahal, calle Sevilla, barrio de San Roque madrugada de Jesús, este es el punto de partida del recuerdo de un niño hoy hecho hombre. Todavía recuerdo en mis entrañas, aquella frase en la noche del Jueves Santo ¡venga acostarse temprano que ya mismo está aquí Jesús Nazareno!, pues nada, a obedecer y acostarse con un sueño muy raro, sin duda alguna, era el ambiente de lo que se presagiaba que iba a ocurrir en esta plaza horas más tarde. Era un sueño muy ligero y en el subconsciente la imagen de Nuestro Padre Jesús, así hasta que de pronto, se encendía la luz de la habitación y se escuchaba esa esperada y ansiado mandato,  " venga vamos arriba que la Cruz de Guía ya mismo está aquí y abrigarse que hace frío " y por supuesto con una rapidez increíble vestido y bajando las escaleras. Ya se notaba el fresco que entraba por el pasillo que da a la plaza de San Roque, puertas de mi casa totalmente abiertas para recibir a Dios hecho hombre con su cruz a cuestas, " venga que ya está la cruz de guía por la puerta del niño Segura", con una ansiedad que sólo se puede palpar y sentir en esa madrugada lentamente, van pasando nazarenos “morados”, así hasta que se escuchaba aquella frase " ya está llegando a la esquina de la calle Juan Pérez por el sonido de los tambores, de la banda de la Guardia Civil, esa mítica banda a la que tanto debe la música cofrade de Arahal, lentamente el poderoso Nazareno sigue avanzando, ya sobran las palabras, parada en la casa de la familia Brenes Cordón, " un poquito más y ya lo tenemos aquí" así, lentamente entre los sones de trompetas y tambores pasa El Nazareno por la plaza de San Roque, delirio cuando sonaban los Campanilleros y un respeto impresionante ante el paso de aquella banda la cual este niño recuerda sus tricornios color charol y su indumentaria además de la marcialidad de su formación, así año tras año con la misma rutina y la misma mirada de aquel hombre hacia Dios, con los ojos vidriosos al contemplar su paso, mismo protocolo y misma forma de entender la madrugada, con el paso de los tiempos se incorporaba nuevas frases debido a la evolución del cortejo procesional y a los cambios que se iban produciendo por el implacable paso del tiempo, el cual ya cambiaba algunas cosas. Recuerdo cuando ya a finales de los años 70, siempre comentaba, “oye niño, ¿esta es la banda del pueblo?¿tocarán también los Campanilleros?, ¡fíjate, el capataz es mi amigo José María!, llegando el nazareno a la esquina de la calle Sevilla, se escuchaba la voz del capataz ordenando a esa cuadrilla mágica encabezada por Pepe Julián,¡ pararse ahí!. Mirada de capataz hacia mi puerta, como buscando a su amigo, el cual sabía de su devoción por el nazareno. Con el paso de los tiempos siempre era todo igual, parece que se paraba el tiempo en aquella casa, año tras año se escuchaban las mismas frases, “verás como José María me para el paso cuando me vea”. Ya nos adentramos en la época de los 90 y exclamaba: “esta es la banda de Jesús, los que ensayan en San Roque tdo el año y viene el hijo de Paquiqui con ellos tocando”, ya él extrañaba aquellos sones, el cual le eran familiar pero seguía recordando los ecos de “Alma de Dios”, ”perdona a tú pueblo” o “Campanilleros”. Con el impecable devenir de los años, este hombre, siempre en su sitio esperando al nazareno, y en sus manos alguna estampita, que siempre le regalaban sus conocidos que iban en el cortejo procesional, y él desayunando comentaba en plan jocoso:” no me gusta que me den la estampita o me paren el paso en la puerta, parece que ya voy a estar poco por aquí”. Su sabio presagio se cumplió el 16 de febrero de 2015, pero su familia siguió con su rutina, la que siempre este viejo hermano de Jesús le había inculcado desde pequeños, puertas abiertas a esperar al Señor. Al pasar nuestro Padre Jesús Nazareno, le miré fijamente a la cara, rezando un Padrenuestro y me dijo que mirara hacia atrás, que allí iba mi padre, como un cirineo más agarrado a su cruz.
Mi pequeño homenaje a un viejo hermano de Jesús, que dios quiso que fuera mi padre.   
IN MEMORIAM  
Foto: Fran Granado

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