María Ruiz Mayo. Lo escribo en presente, porque para mí no te has ido, sigo
encontrando tu presencia cada vez que suena tú música, cuando estoy con tú
banda, de la que tú me hiciste parte.
Quizás muchos desconozcan que hoy es tu cumpleaños, es uno
de los muchos recuerdos que quisiste compartir conmigo:
Manuel Rodríguez Ruiz no nació un 18 de Septiembre, como su
DNI indica, sino un 16 de Septiembre de 1940 en Arahal. El cambio de día era
algo frecuente, la fecha de inscripción en el Registro Civil solía fijarse
también como fecha de nacimiento. Y es por esto que hoy tú banda cumple 50
años, como un pequeño tributo a tu nacimiento.
Hablo de banda y no sólo Agrupación, porque tú fuiste el que
con poco más de 20 años le diste cuerpo, forma, la moldeaste a tu semejanza, la
encumbraste a la gloria y nos la legaste para seguir con tu ejemplo. Un trabajo
lleno de tesón, coraje, entrega y sobre todo Humildad, ésa de la que muchos
desconocen su significado y con un minuto de gloria se creen alguien. Tú no, tú
cimentaste la banda de la OJE, la vinculaste con la Hermandad de la Esperanza y
le diste tu toque de Maestro renombrándola en Agrupación Musical Santa María
Magdalena, haciendo que Arahal se convirtiese en el punto de referencia en la
música cofrade.
Tengo muy presente en mi memoria la primera vez que vine a
escuchar un ensayo de tú banda, una noche fría de Enero, casi sin apenas luz,
la Agrupación ensayaba en los antiguos almacenes de Semillas Pacífico. Nada más
llegar Manolo se acercó a saludar y nos preguntó de dónde veníamos, al
contestar que de San Julián, nos dijo “Ah de la Hiniesta, sólo con eso ya os
puedo decir que estáis en vuestra casa. Yo le tengo mucho aprecio a la Hiniesta
por ser la Hermandad con la que más tiempo lleva la banda tocando y porque
siempre ha mantenido la vinculación con la Agrupación, dejando de lado modas u
opiniones”. Comenzó el redoble del tambor, sonaba Puente de San Bernardo y sólo
con esos primeros compases mi cerebro conjugó una imagen: las puertas de San
Julián, esa ojiva centenaria atravesada por mi Cristo de la Buena Muerte.
Es curioso como un sonido evoca una imagen, pero lo que más
me provoca respeto y sobre todo admiración, es la persona capaz de hacerte sentir,
vivir y emocionar creando todo eso. Para mí ha sido Manuel Rodríguez Ruiz, mi
referente, mi guía, el que me ha metido por las venas la pasión por su música y
su Agrupación y que no paró hasta convencerme de formar parte de ella.
Hoy firmo con mi puño y letra estas palabras “con la
imborrable tinta de mis sentimientos”, parafraseando a Miguel Hernández, porque
contigo aprendí a querer a tú banda, a trabajar para ella y a intentar
preservar y engrandecer tu legado.
Me diste la oportunidad de conocerte a ti, a tu familia y a
tu banda y es por todo eso que el 1 de Agosto no falleció sólo mi Director,
sino también mi amigo, aún no soy capaz de pasar delante de la puerta de tu
casa sin imaginarme que no estás, aún te siento en los ensayos, aún me parece ver
cómo corriges al que se equivoca en una nota, sigo creyendo que vamos a tener
algunas de nuestras charlas, en las que a veces estábamos de acuerdo y otras
no, pero en las que siempre acabas diciéndome aquello de “si tú hubieses vivido
en otros tiempos…” Otros tiempos, otras modas, pero Arahal y su Agrupación
Musical Santa María Magdalena siempre presente, muy presentes gracias a tu
trabajo.
Me quedo con las palabras que el sacerdote pronunció en tu
funeral, admirando la capacidad que tuviste para “enderezar” a algunos jóvenes,
donde otros fallaron tú fuiste capaz de crear escuela a través de la música y
formar esta gran familia que es la Agrupación Musical Santa María Magdalena.