Manuel García Mayo.
Señores, señoras, amigos, amigas, cofrades todos (el femenino de cofrade era la
próxima inversión de la exministra).
En el día de hoy tengo una duda que me
inunda igual que el chorreón de cera que inunda la camisa nueva del
anti-capillita, que parece caído a propósito, mientras se intenta escapar entre
los ciriales de una procesión de Gloria que se ha encontrado camino de casa,
justo cuando venía de tomar unas copas con sus amigos mientras criticaban el
tránsito diario de procesiones por la puerta de su negocio.
Pues bien, os pregunto a esos que sí
leéis estos artículos, esos que nos reiremos si algún día esos anti-capillitas
sienten el chorreón de cera sobre la camisa nueva que le había comprado su
esposa por el cumpleaños (ya que el dia de Reyes no lo celebran); igual que nos
reiremos el día que ellos mismos tengan un sueño maravilloso con la mismísima
Canina de la calle San Gregorio de Sevilla, y que no tiene ni un pelo de tonta.
Os pregunto a los demás ¿Cuál es el mejor amigo del capillita?
Pues NO, se equivocan, el mejor amigo del
capillita no sigue siendo el perro, porque el capillita no es una persona
“normal”, somos personas que estamos en tratamiento, ya que no podemos estar más
de tres semanas sin escuchar un llamador y un tambor, aunque para un servidor
el “mono” del tambor le surge en tres días. Tampoco el mejor amigo del
capillita es el propio tambor, ni la corneta, ni el llamador, ni la cera
quemada, ni tan siquiera el “pescaíto frito”…el mejor amigo del capillita es:
EL TRÍPODE.
Si, si…como lo escuchan, es el trípode,
que acudiendo a la RAE como ya hemos hecho en otras ocasiones, se nos define
así: “Armazón de tres pies, para sostener instrumentos geodésicos,
fotográficos, etc”. Pues bien, desde mi modesto punto de vista, creo que este
organismo de tan merecido respeto, se vuelve a equivocar, posible consecuencia
de que su coordinador no haya sido parte jamás de una bulla de Semana Santa.
El trípode, para los capillitas, esos a
los que nos pone los vellos de punta ver un cirial asomar por una esquina
aunque sea para trasladarlos a la Casa Hermandad envuelto en papel, el trípode
no es un “armazón”, más bien es una insignia…si, si…con todas sus letras: una
insignia. Ya sea en Semana Santa, ya sea en Glorias, en salidas
extraordinarias, incluso en una mudá, delante del paso se vislumbran dos tipos
de capillitas entre la poca luz que dejan los guardabrisas en la estrecha calle
Placentines.
Por un lado, distinguimos “el capillita
común”, el cual su función consiste en ir de cangrejero delante del “Señó”
aunque las aceras estén vacías, pues ya no cangrejea por devoción, sino que más
bien se trata ya de una costumbre. Dicha costumbre está haciendo que el
Hospital Virgen Macarena (y el que se atreva que le quite el nombre), esté
asistiendo ya casos de fatigas que les cuesta ya trabajo andar hacia adelante,
síndrome de personas que van al trabajo andando hacia detrás con los brazos
cruzados, y otros que acuden al oculista por falta de visión a los que se les
detecta que el origen de pérdida de la misma es que acudían a trabajar con
chaqueta puesta a modo de costal tapándole los ojos, como si de un “palomo” se
tratase, fenómeno que trataremos en sucesivos artículos.
Por otro lado, encontramos junto al
“capillita común”, otra figura a modo de penitente que es el “Señor Trípode”.
El “Señor Trípode” érase una vez el típico periodista que en su edición del
periódico se encargaba del apartado “Cofradías”, que en Sevilla tiene más
trabajo que el Juzgado con los EREs. ¿Qué ha ocurrido?, preguntarán ustedes,
señores fatigas. Pues resultó ser que el “Señor Trípode” se ha reproducido y
ahora no es un periodista, sino cuarenta y cinco aficionados los que van
cangrejeando con el trípode asomando por las cabecitas de la muchedumbre. Estos
“Señores Trípodes” tienen tres momentos en su penitencia. El primero es la ida
y vuelta a su casa, a modo de Nazareno a los que les han cambiado la cruz por
un trípode y a los que sólo les hace falta rezarle las estaciones. El segundo
momento es el tiempo que transcurre mientras el paso avanza, el cual estos
señores lo emplean en ver en la pantallita de la cámara las fotografías que han
realizado hasta el momento. El tercer momento es aquel en que escuchan
“Buenoooo, pararse ahí”; sin duda, es el mejor momento de todos, es
indescriptible ver en ese momento como se para el paso, los “Señores Trípodes”
se dan media vuelta, salen corriendo para coger el mejor sitio y empiezan a
disparar fotos, como si después no las fueran a encontrar mejor que muchas de
las suyas en Arte Sacro y sin tener que cargar "chisme"
ninguno.
Pues bien, este fenómeno ha evolucionado
tanto, que ya a los tramos habituales de hermanos se les incorpora uno nuevo,
el último tramo de “Señores Trípodes” que bajan y levantan el trípode con el
sonido del llamador como si del palermo de un diputado de tramo se tratase. Sus
insignias: nada de cirios, el inseparable trípode. Su indumentaria: nada de
túnicas ni chaquetas, sino la chaqueta de safari de mil y un bolsillos, en un
hombro el bolso con los objetivos por si no obtienen la primera posición y
tienen que disparar la fotografía desde más lejos, y en el otro hombro una
escalerita a la que no sabemos si aludía Serrat en su famosa “Saeta”. Su
objetivo: nada de rezos, sino ser el primero tanto en posicionarse delante del
paso como en subir las fotos a la red.
Para terminar, señores fatigas, tengan
ustedes trípodes o no, os digo que sigamos todos ahí, delante del paso, sea con
insignia o sin ella, con trípode o sin el, dando pasos hacia adelante o hacia
atrás. Si no fuera por nosotros, esos que acudimos a más procesiones que el
capataz Antonio Santiago (que ya es complicado), ¿qué sería de esas Glorias?,
¿y qué sería de nosotros? Sólo os digo, que viva la madre que os parió a todos
los capillitas, y que mientras que estéis delante de un paso no estaréis en
otros ambiente menos saludables, pero eso sí, más potenciados por las
Administraciones Públicas.
P.d.: ¡Ojo! Se escucha el rumor de que en una Hermandad de
gran relevancia se plantea para las próximas elecciones junto al Diputado de
Bandas nombrar al “Diputado de Trípodes”…seguiremos informando.
Foto: Mariano
Ruesga
Más información: lasevillarancia.blogspot.com
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