Juanma Rull |
Como si de
una película del más puro estilo de Western americano se tratase, ha llegado el
final, en este caso el final de la película musical de mi vida.
No puedo decir
como el Papa, que no me encuentro ya con facultades para continuar. Lo que no
me encuentro es con ganas de seguir luchando. Esto más que un hobby es un sentimiento
y duele…duele tanto que es mejor dejarlo a tiempo antes de que te siga pasando
factura.
Sueño con
una banda en la que todos podamos hablar de cualquier asunto sin miedo a que te
reprochen o que te digan que estás haciendo “bolas”, como si fuéramos niños
pequeños.
Donde podamos
decidir dónde ir a tocar y no se nos imponga por intereses ajenos.
Donde hablar
de las cuentas sea tan normal como hablar de fútbol.
Donde la
transparencia en todo y para todos sea total.
Donde la
gestión de la misma sea votada por los miembros de la banda, no impuesta a
dedo.
Donde los
gestores sean votados por todos.
En fin, como
veréis, cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia.
Seguimos
bajo un mandato “Loperiano”, una gestión del “ordeno y mando” y el “estás
conmigo o contra mí” y si estás contra mí ya sabes que estás en contra de la
banda.
Para el que
piense que por qué no le he dicho todo esto a la dirección, ya lo hice el año
pasado y lo único que se ha conseguido es hacer una pantomima de comisión y
unos estatutos con muchas obligaciones para los músicos y ninguna para ellos.
No voy a
seguir porque tendría para escribir mil folios, pero
me voy a morder la lengua porque mi hijo sigue en la formación y no quiero
acarrearle problemas. Como el dicho: Valgo más por lo que callo que por lo que
digo.
Tengo la
esperanza de que algún día reflexionarán y se darán cuenta de que la banda no
es suya y que no son nadie sin sus componentes.
Como ya he
dicho muchas veces, en el mundo de la música cofrade hay dos tipos de personas:
Los que viven para las bandas y los que viven de las bandas. Que cada uno se
englobe en el grupo que mejor crea…yo tengo muy claro a quien pertenece cada
uno y a cual he pertenecido yo durante estos años.
A mis
amigos, que gracias a Dios son muchos, decirles que nos seguiremos viendo por
allí y que hay vida más allá de San Jerónimo.
Por último, una
última reflexión:
Sé que mi
marcha no va a servir absolutamente para nada, pero espero que alguna vez los
que tienen que reflexionar lo hagan. Si una persona con más de una treintena de
años de agrupación, se va en cuaresma y se quedan igual….por lo menos es para
mirárselo.
Por siempre y para siempre, de alguien que seguirá amando toda la vida a esta Agrupación.
más información: http://juanmarull.blogspot.com.es/
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