martes, 20 de diciembre de 2016

El Niño Jesús del Dulce Nombre de la Orden Servita procesionó por las calles de la ciudad de Carmona

Manuel Pinto Montero. El cielo de Carmona se llenaba de pólvora mientras las campanas repicaban al filo de las doce del mediodía cuando la bella imagen del Niño Jesús de la Orden Servita atravesaba el dintel de la Prioral de Santa María e iniciaba la gloriosa procesión por la ciudad. Este año la procesión se ha tenido que adelantar en el calendario, ya que es habitual verlo procesionar en la Festividad de la Sagrada Familia.
La imagen del Niño Jesús del Dulce Nombre, obra de autor anónimo del siglo XVIII, procesiona bajo templete en plata rouls realizado  con piezas procedentes del antiguo palio de la dolorosa servita, obra de la segunda mitad del siglo XIX, realizada por el platero Viñau y Solis. En esta ocasión estrenó parihuelas con unas bellas molduras de madera talada y dorada. Sobre peana de madera dorada se encuentra la talla del Niño Jesús que luce túnica blanca bordada y porta en su pecho un corazón de plata y en su mano izquierda una cruz del mismo metal.
Numerosos pequeños, muchos de pastores, acompañaron el cortejo procesional que discurrió por las bellas calles de Carmona buscando el Templo de Santiago, así como el Convento de las Clarisas y el Convento de las agustinas en cuyo templo finalizó la gloriosa procesión sobre las dos de la tarde.
La Banda de Cornetas y Tambores de Nuestra Señora de Gracia de Carmona puso sus sones a esta entrañable procesión que estuvo arropada por numerosos carmonenses en una cita cofrade que ya se ha hacho tradicional en estas fechas navideñas.

Fotos: Manuel Pinto Montero.

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