Se desconoce el origen devocional a la Virgen de las Virtudes en La Puebla de Cazalla pero se piensa que éste se encuentra en la Orden de Calatrava a la que pertenecían los Duques de Osuna, dueños de la localidad. Actualmente es la Hermandad, fusionada con la Sacramental y fundada el 2 de noviembre de 1950, la que se encarga de los cultos en honor de la Virgen de las Virtudes.
La talla actual de Nuestra Señora de las Virtudes es obra de Antonio León Ortega del año 1948, que sustituyó a la primitiva talla desaparecida en julio de 1936. Se nos presenta a la Virgen sedente portando al Santísimo Niño sobre su mano izquierda mientras que en la derecha sostiene cetro de oro. Sobre sus sienes luce corona dorada, mientras que el Niño luce las tradicionales potencias.
El olor de los nardos impregnó la noche agosteña, mientras los sones de la centenaria Banda Bienmesuena de El Saucejo, con un exquisito repertorio, daban sonido a la devoción de los moriscos. Con un andar alegre la Virgen de las Virtudes paseaba por calles llenas de devoción a la Patrona. Bello fue el momento de la llegada a la Plaza del Convento donde las Hermandades que residen en dicho Templo la esperaban para rendir pleitesía en este lugar que durante largo tiempo ha dado cobijo a la Patrona morisca.
Un año más la tradición se cumplió en la Puebla de Cazalla que arropó a su Patrona en una de las grandes jornadas marianas del calendario cristiano.
Fotos: Manuel Pinto Montero.
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