Las calles del Centro histórico se llenaron de fieles que acompañaron en todo momento al Niño Jesús de Praga, algunas calles como Sierpes, Tetúan o Rioja repletas de gente que en algunos casos impedían el discurrir del paso.
El Niño lucía una bellísima túnica de terciopelo bordada en oro de finales del siglo XVIII, así como el manto de brocado celeste de la misma época. Una estampa de gran belleza en la tarde de este sábado 24 de enero dedicada a Dios hecho Hombre, el misterio de la Encarnación: el Niño Jesús de Praga. El estreno de este año era en forma musical, pues los magistrales sones de la Agrupación Musical Santa María Magdalena de Arahal deleitaron con su buen hacer habitual. Mucho público acompaño el recorrido del paso, que cruzó la Campana de una Chicotá.
Fotos: Juan Alberto García Acevedo.
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