Momentos con Montemayor

Escrito por Fco. Fernández García y Julio Gómez Illanes. 

Sobre las 20:00 horas comenzaba a salir de la Parroquia  el cortejo procesional, sin duda uno de los momentos más emocionantes de la tarde noche, el sentimiento se palpaba  en el público, con las  representaciones de todas las hermandades de Arahal, poco a poco el precioso paso se acercaba al dintel de la puerta, despacio sin prisas, se hace el silencio y tocamos el Himno entre los aplausos de la gente, se anuncia la marcha Virgen de Montemayor, compuesta por Germán González , dedicada a la titular de la Hermandad,  la emoción va en aumento entre el público asistente al escuchar esta preciosa marcha, al acabar se aceleran los corazones al anunciar “Al Cristo de los Faroles”, y el público se vuelca con un caluroso aplauso durante la interpretación, a destacar los perfectos solos de trompeta, que provocaron  lágrimas de emoción  y para finalizar, con el paso ya en calle Marchena se interpreta “Al Señor de San Román” entre aplausos.

Al entrar en Juan Leonardo, todavía en los aledaños de la Parroquia, se interpretó” Himno a Nuestro Padre Jesús”, homenaje permanente dentro  en nuestro reportorio (seguro que se emocionó al escucharlo desde su altar). Entramos en la vetusta calle del barrio del Señor de Arahal, a petición de la querida Hermandad se comienza a ejecutar la partitura de esa preciosa marcha llamada “Callejuela de la O”, lentamente se va bajando la calle con ese mimo que solo estos costaleros saben hacerlo, tras el final de esta composición, interpretamos “Virgen de la Paz”, muy aplaudida por el público asistente alrededor del  Santo Cristo, después se interpreta esa marcha que tanto  sorprende y gusta a todo el mundo como es “Tu Amor mi Fe”, la  emoción  aumenta aun mas por el entrono del casco viejo de Arahal, para finalizar la bajada le rendimos una oración al morador de esa iglesia y le rezamos con nuestra marcha “Alma mía”. Ya al salir de ese lugar mi compañero, el que toca el tambor se va para San Roque, ansioso por ver como esta Ella esperando.

Cuando entramos en la calle Sevilla, sentimos algo especial, no podemos explicar con palabras, será la cercanía a nuestra casa, nuestro barrio y a la hermandad con la que compartimos nuestra Historia.

A los sones de “Presentado a Sevilla” vamos buscando nuestra Plaza de San Roque, tras levantar el paso y el corazón late de forma incontrolable envuelto en un halo de  felicidad indescriptible.

Comenzamos a interpretar nuestro Himno al Rey de San Roque, esta preciosa sinfonía compuesta por Juan Luis Jiménez  llamada “Un Ángel Caído del Cielo”, lentamente ya vemos el bullicio, la iglesia y nuestra Plaza de San Roque, la Virgen de Montemayor lentamente entra en el templo, allí el encuentro entre” la Chiquitita” y Ella, frente a frente Pasión y Gloria cara a cara en el altar del cielo (mi compañero junto a Luis y Rafael, los dos emocionados) y al salir nos despedimos con un rezo llamado” Oración”.

Mientras nos adentramos en la calle San Roque, Luis y mi compañero emocionado, con los ojos vidriosos de lágrimas después de la experiencia vivida en  nuestro barrio.

Así al llegar, quizás a un momento intimo, de puro sentimiento de esta familia, donde sensibilidad, emoción y recogimiento se eleva a Victoria, calle Membrilla, “la Chiquitita “ a la altura de ese lugar de culto para nosotros: Imprenta Godino, ¿ cuánta historia de la música se ha emanado en ese mítico lugar ?

Así anunciamos la marcha con la que le damos  nuestro corazón Maestro y se comienza a interpretar “Recuerdo” (pude ver Luis algunos de tus niños, hombres ya, con lágrimas en sus ojos a la vez que  las notas más dulces de sus instrumentos invadían todo el ambiente), notas dedicadas a “Nuestro eterno Director”.

Cada año  se encuentra nuestro “Maestro”, para acompañarnos con su bombardino desde el balcón del cielo, hoy Luis veras que tu hermano Pepe va junto a la bandera, allí mirando al cielo mientras se interpreta tu marcha, esto sí que es sentimiento Victoria, con la finalización de la marcha nos dirigimos hacía la Victoria.

 

“Amor y Esperanza”, la marcha compuesta por nuestro Director Luis Manuel Catalán, suena al final de la calle Corredera.

Amor y Esperanza, ¿cuánto de esto falta hoy en la sociedad?

Poco a poco ante los ojos y el cariño de su pueblo la Virgen luce más bella que nunca  por la puerta del Consistorio a los sones de otra maravillosa marcha, obra de nuestro director Luis Manuel Catalán,  suena “Cáliz de Amor” que hace que los sentimientos afloren entre todos los congregados. Como es tradicional, el paso rinde su homenaje a la Veracruz, y suena “Bajo Tus Lágrimas” y “Virgen de la Paz”,  los  aplausos del público no tardan en llegar y para finalizar la calle Veracruz, un clásico “Consuelo Gitano”.

El paso lentamente, sin querer llegar  se va  adentrando en la calle Iglesias, bendito ambiente se había formado allí, aires de fiesta y de cariño hacia la Virgen, al entrar otro clásico homenaje a la otra Hermandad de Gloria de Arahal, se interpreta la obra del  gran músico Don Antonio Godino, suena “el Himno de San Antonio”, aplausos y emoción a raudales.

La Virgen  sigue hacia su templo poco apoco, sin correr, y se anuncia otra marcha clásica (de un miembro histórico Mario Jiménez) “Oración en el Huerto”, al finalizar el paso se arría, y explosión de júbilo, pétalos, fuegos artificiales y plegarias cantadas de su coro, se conjugan todos los elementos  y las lagrimas inundan todos los corazones de los allí asistentes, la Virgen vuelve elevarse a los cielos, interpretamos “Reo de Muerte “ y otra marcha llena de sentimiento como es “Y Al Tercer Día”,… se hace el silencio ante nuestros sones.

Para finalizar “Caridad del Guadalquivir” y “Virgen de Montemayor”

 ¿Cuánto sentimiento le pusiste Germán en esa obra maestra? Los sentimientos plasmados en una partitura.

La Virgen se adentra en su casa despidiéndose de todos…hasta el año que viene “si Dios quiere”, entre aplausos, vítores, emoción, sentimiento de su amada Arahal.

 Así lo he contado todo lo vivido con mi Victoria, aquella tarde de sábado, me vuelvo a mi casa con mi compañero para seguir custodiando cada uno de los lados del escudo de la Agrupación Musical Nuestra Señora de la Victoria.

Fotos: Fran Granado