Un paseo por Arahal.
Arruinada la antigua parroquia de traza mudéjar en 1755 por el terremoto de
Lisboa, de la que restan su torre y su sagrario barrocos se acometió la construcción
de uno de los templos más grandiosos de la provincia. Las dos grandes
actuaciones del neoclasicismo, en la provincia que más se resistió a la
estética de la Ilustración, fueron la construcción de esta monumental parroquia
y la destrucción del espléndido retablo barroco del Sagrario de la Catedral
sevillana, pasto de las llamas por voluntad de los tardoilustrados sevillanos.
Las trazas del templo se debieron al arquitecto Lucas Cintora, aunque en
ocasiones se ha relacionado con otros maestros neoclásicos.
Las coincidencias de diseño de su proyecto ideal de templo
de 1776 -ejercicio realizado para su entrada como miembro de la Academia
valenciana de San Carlos- con la iglesia de Arahal, tal como han demostrado los
profesores Berchez y Ollero, más la documentación aportada por Ollero sobre el
seguimiento a pie de obra, no dejan dudas de su autoría. Como aparejador y jefe
de obra trabajó primeramente su discípulo Antonio Márquez, que por enfermedad
será sustituido por su pariente, José Márquez.
La financiación de la Iglesia por parte del Duque de Osuna y
la situación profesional de Cintora como maestro mayor del Alcázar le permite
responder siempre a los intentos de la autoridad eclesiástica por controlar la
realización y el proyecto del edificio, apelando a que él solo puede responder
ante el Consejo de Castilla por ser arquitecto del alcázar real. Esta polémica
será más aguda con relación al diseño del coro, que era percibido como
proyectado “contra la practica más común de este arzobispado”. Cintora salvaría
este escollo presentando el proyecto a la Real Academia de San Fernando que, al
aprobarlo, daría la razón a nuestro arquitecto.
Es un edificio de ladrillo y mampostería, con tres naves,
crucero y coro tras el presbiterio, en forma de ábside semicircular, de raíz
palladiana. Se cierra con bóvedas vaídas, con lunetos en la nave central, y
vaídas transversales en las laterales. El crucero se cubre con cúpula; el
presbiterio en su primer tramo lo hace con bóveda de medio cañón y en el
segundo con una de cuarto de esfera sostenida por columnas toscanas a modo de
baldaquino, separando el espacio del presbiterio y el coro.
El buque de la iglesia se sostiene por medio de pilares
cuadrangulares con pilastras toscazas adosadas sobre las que apoyan arcos de
medio punto. La molduración interna y externa es neoclásica, con potentes
entablamentos con frisos decorados con triglifos y metopas. La fachada
principal posee una portada neoclásica de ladrillo enfoscado en forma de arco
triunfal, que consta de dos cuerpos, con columnas y pilastras toscanas en el
primero y jónicas en el segundo, rematándose con frontón partido.
Fuente: Perfil Facebook Un
paseo por Arahal
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