Salva Olmedo. Quiso
Dios que la Virgen Gitana de Sevilla, pernoctara en su casa la noche más larga
del año. A veces la Providencia es así de caprichosa.
La Virgen de las Angustias, de la sevillana Hermandad de los
Gitanos, comenzaba este sábado su particular peregrinar hasta la Santa Iglesia
Catedral Metropolitana de la ciudad de Sevilla, para conmemorar el XXV
aniversario de su Coronación Canónica.
Tras la solemne Función en su honor, a primera hora de la
tarde, cuando la luz del otoño sevillano se llena de matices que lo hacen
diferente, María Santísima de las Angustias Coronada iniciaba su triunfal
regreso a su Templo, junto a los jardines del valle. Quiso Dios, que el
objetivo siempre discreto de Fran Granado, recogiera este histórico momento. A
veces, la Providencia se pone en el camino de quien ve la vida a través de un
visor para dejar la historia impresa en imágenes que fueron un sueño en una
atardecida de otoño confundida con un amanecer de Viernes Santo.
El fotógrafo cofrade sueña, cada día, con retener en su
cámara esa instantánea, para convertirla en historia visual de nuestras
Cofradías. Fran Granado, convierte ese sueño en obra de arte.
Quiso Dios, que el artista estuviera presente en este
momento histórico irrepetible, porque Fran Granado, además, es cofrade de su
eterna “Madrugá” arahelense, paradójicamente, junto a “su Gitano”. Hasta en
estos detalles, a veces, la Providencia es así de caprichosa.
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