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Banda. Somos los músicos los que verdaderamente disfrutamos de este emotivo concierto al ver las caras, cuando interpretamos nuestra música, de todos los ángeles que están allí presentes. Sí, son ángeles, que con una simple mirada, sonrisa o gesto nos dicen gracias y nos alegran ese día tan especial como es este esperado concierto.
No
se puede describir con palabras lo que se siente al tocar nuestras marchas a
los ángeles allí presentes. Es como un sentimiento de cosquilleo por la barriga
desde que estamos en el apeadero de autobuses esperando para irnos a aquel
magnífico lugar. Una vez allí se produce una sensación de alegría y nerviosismo
a la vez. Alegría al ver la gratitud en sus miradas, sonrisas y gestos, y
nerviosismo por querer interpretar nuestra música a la altura que ellos se
merecen, el cielo.
Tales
son los sentimientos que aparecen en cada concierto, en aquel lugar y hacia
esos ángeles, que es el primer certamen al que la banda establece fecha, la
cual es inamovible. Esta es la actuación más esperada y la que más ilusión nos
despierta a los componentes de la Agrupación Musical Nuestra Señora de la
Victoria. Desde hace cuatro años, nuestra Cuaresma y nuestra Semana Santa no
tiene sentido sin la celebración de este gran concierto lleno de sentimientos y
de emociones. Concierto del cual los músicos tenemos el gran honor de
disfrutar. Concierto donde esas maravillosas personas nos regalan humildad,
sencillez, sentimientos, emociones, alegría, etc. Concierto a través del cual
nos alegran la vida esas maravillosas personas, consideradas por todos los
músicos un regalo del cielo, unos Ángeles de Dios.
Antonio
Sánchez Muñoz, músico de la Victoria de Arahal.
Foto: Fran Granado
Foto: Fran Granado
Olee!! Muy bien dichoo son los q mas demuestran...
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