domingo, 30 de septiembre de 2018

Y San Roque te llora, Manolo. Francisco Fdez.

Francisco Fdez. Todavía resuenan el eco delante del mismísimo altar mayor de ese beso que le diste a María Santísima de los Dolores en sus manos entrelazadas al llegar a la misma  Gloria,  acompañado de un ángel que te llevó ante su divino altar, un ángel que como tú vivía y amaba todo lo que significaba San Roque y que partió hacia el cielo hace unos años y que estoy seguro que cada momento y minuto desde entonces lo tienes presente porque cómo se ama a un hijo solo sé sabe cuando se pierde.
Y tu San Roque llora todavía Manolo, llora tu aparcamiento enfrente de la iglesia dónde tantas veces aparcabas tu coche con esos sones de marchas procesionales trayéndonos muchísimas veces la última melodía que habías escuchado y que ya soñabas con poderla trabajar debajo del paso de la  Señora, y ahora la plaza entera, la que tantas veces cruzaste ansioso de ir a ver la cara de tu amada Virgen de los Dolores, llora el porche  donde tantas veces nos contabas la última vuelta del paso de palio o esa última levantá, lloran las flores de sus patios las que tantas veces ayudaste a cuidar y limpiar, llora la mesa redonda de la Sala de Cabildos, sí la Sala de Cabildos de nosotros Manolo no la calle ahora que llaman sala capitular cuándo para nosotros siempre ha sido la sala de los chismes; cuántas veces te he visto repasar todas las placas y leer todos los cuadros que adornaban esa histórica sala sobre todo las que conmemoraban el día mágico del 11 de mayo de 1980, llora la orfebrería Manolo porque nadie como tú acariciaba con tanto mimo y tanto amor esa joya demostrando el amor que mostrabas hacia tu virgen de los Dolores, lloran los bordados que lucen más luto que nunca, llora el martillo que acaricia el capataz para elevar a nuestra sagrada titular a los cielos y que tantas veces tuviste el honor de ser sus pies por las calles de Arahal, llora el coro al que desafiabas cada Viernes Santo en esa majestuosa e imposible salida a pulso, suenan a luto nuestras campanas Manolo igual que cuando cada Viernes Santo se pone tu hermandad en la calle, y ahora hasta las figuras del cuadro alegórico de la sala de los chismes la que fue testigos de cómo un hombre podía estar en pleno mes de agosto por la tarde limpiando plata y escuchando las últimas marchas de Tejera o escuchando la última cinta de cassette que le había regalado su amigo Luis con las marchas procesionales de su banda de Godino como Manolo siempre decía, así querido manolo te puedo asegurar que llora y está de luto cada rincón de tu San Roque querido, los que hemos estado a tu lado muchos años debemos de darte las gracias por ese amor y pasión que nos inculcaste hacia nuestra Hermandad porque tú eras así porque así lo quiso  Ella, nunca te cansabas de hablar de lo que se sentía debajo del paso de palio en cada chicotá y cada momento sabía y lo recordaba todo el año.
Así querido Manolo seguramente estará ya igualado en la cuadrilla del cielo para este viernes santo llevarla como solo los corazones de San Roque sabemos hacerlo por las calles de la gloria eterna, sin más dale un beso a tu amigo Manuel el gallo que seguro que ya estará contigo también hablando de vuestro San Roque.
Este es mi pequeño homenaje a un grande de San Roque a una de las personas de verdad de mi querida Hermandad porque no había término medio o blanco o negro, arriba o abajo pero siempre por derecho llevando sus valores hasta que te llegó el momento de partir hacia el cielo.

Foto: Fran Granado

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