jueves, 4 de diciembre de 2014

Dos ángeles y una leyenda

Francisco Fdez. El pasado domingo día 30 de noviembre vivimos una jornada llena de emociones y sentimiento, aquí en nuestro querido pueblo de Arahal, se cerraba el homenaje de la Agrupación Musical Nuestra Señora de la Victoria  a su eterno director Luis Alfonso Godino, con un concierto de marchas procesionales en la iglesia del Santo Cristo de nuestra localidad.
Así muy temprano acompañamos al maestro en ese día tan emotivo para él y su gente, aquella noche Luis nos dice que se levantará muy temprano para  preparase con tiempo, al amanecer ya estábamos los tres en su imprenta, se viste cuidadosamente de músico de la Victoria, mientras nos deleita con todo lo que significa cada detalle que permanece como testigo de la historia en su imprenta centenaria,  el vetusto piano de su padre Antonio, los reconocimientos a su familia musical, las fotos con sus músicos, en definitiva gran parte de la gran historia musical de Arahal.
Impecablemente vestido el maestro,  abandonamos su domicilio, al salir Luis saluda  y da los buenos dias a algunos vecinos de la calle Membrilla, Antonio Aranda, gran amigo de su familia, a Dolores  que le da un beso y le desea suerte, se para y saluda ya en la esquina a Rojas el de la taberna, que iba ya a preparar los soldaditos y la sopa de tomate para mediodia, una vez ya en calle Felipe Ramírez otra parada, esta vez en la espartería de la familia Cano, seguimos hacia el centro,  ¡ buenos días Peña! ¡ buenos días maestro,  a tocar como siempre Luis ! el maestro va feliz hacia su cita con  la historia, saluda a Claudio el ferretero, Antonio el Plomero, a Tobalito y Candelaria, hasta por fin llegamos a nuestra primera parada, el maestro al ser todavía temprano decide tomarse un cafelito en el Bar Bueno, en pleno centro,  saludos y mas saludos a los allí presente, le pide un café a su amigo Manolo y al ponerle el terrón de azúcar nos explica que su padre tiene una composición musical con el nombre de El Terrón de Azúcar,  tertulia de gente noble y buena de pueblo Julio Barrera, el maestro Posaelas,  los Hermanos Bueno,  su gran amigo Manolo Nieto, llega en ese momento su hermano, Pepe Segura, abrazo y beso de dos grandes, lagrimas de sentimiento en ambos, Pepe coloca  su mirada en la enorme cristalera del bar y llama a otro grande que pasaba en dirección a la plaza, Juan Carrillo,  abrazos de nuevo; como dice Juan, es un padre para mí.
Ya en el albero de la Plaza de la Corredera, Luis observa entre lagrimas de emoción y nostalgia, como su Banda va formando, ¿ cuanta historia maestro en  ese sitio tan vinculado a la música de Arahal ? mientras sus músicos forman, nosotros   nos vamos entre historias de la vida del maestro hasta el centenario e histórico lugar del concierto, la iglesia del Santo Cristo, lugar también muy vinculado a la vida del músico arahelense, allí vive el Señor de Arahal, al que tanto venera Luis, allí hizo música en el Coro del Santo Cristo, allí formó parte de la Junta de Gobierno de la Hermandad de la Misericordia en unos años muy complicados, allí llevó la música de su Banda de la Victoria, como él nos dice al entrar, allí esta parte de su alma.
Al entrar en la capilla, nos dirigimos lentamente hasta el altar, donde Luis observa el lugar donde su gente hará de la música procesional su emotivo homenaje, el maestro es requerido de inmediato por el Stmo. Cristo de la Misericordia, el cual le dice las siguientes palabras  " Hoy querido amigo no vas a tocar, ni vas a dirigir tu banda, hoy serás testigo junto a mí, aquí en el altar, de todo lo que te quieren tu gente de la Victoria, tu pueblo que abarrotará el templo, y como no tu familia, que hoy notarán seguro tu presencia junto a mí ", así el maestro emocionado  se prepara junto al Señor de Arahal, para copresidir el acto. Aparecen colocándose cada músico en su sitio ante la mirada del director eterno, allí Luis, hombres que dejastes niños cuando subistes a los cielos, hombres que se sintieron niños al recordarte, pero allí estaban de todas las edades y épocas de la banda, allí Luis estaba Tu gente que no te podían fallar.
Y tu gente empieza tras la colosal presentación de un amigo de todos, como es Antonio Sojo,  a rezar con sus notas musicales, Luis se emociona al escuchar marchas  en las cuales él siempre será protagonista, esos cantos litúrgicos, Alma mía, Perdóname, Chistus Vincit, Santa María de la Esperanza, Perdona a tu pueblo, ese homenaje a esa banda tan influyente como fué la de la Guardia Civil de Eritaña, madre y maestra de este estilo. Suena su Salve, por supuesto quizás las mas significativas  por su magistral aportación, Alma de Dios, Himno de San Antonio, Oración en el Huerto y por supuesto, tu Jesús de la Vereda, la que tanto amor le pusiste  para el Nazareno de ese pueblo en el que dejastes tanta huella como es Utrera.
Y como no podía ser de otra forma mientras su gente, sus niños interpretaban Ante el Gran Poder, antes de que acabara la marcha, se despide de su Cristo, Besa su bandera en señal de agradecimiento y vuelve a los cielos, sin protagonismo, con su sencillez y humildad, para que la ultima ovación sea para su Agrupación, nosotros volvemos a custodiar  como fieles guardianes a nuestro escudo.

GRACIAS POR TODO MAESTRO LUIS ALFONSO GODINO
LEYENDA GRANDE DE LA MUSICA DE ARAHAL.

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