Desde muy tempranas horas el Santísimo Cristo estuvo postrado a los pies de un pueblo. A las 21:00 horas empezó el Vía Crucis en el recogimiento más íntimo invitándonos a la reflexión de ver al Santísimo Cristo en su Cruz, portado entre hermanos, fieles y devotos encaminaron a pocas horas del Viernes de Dolores el traslado del Señor a su paso procesional. Se pidieron ruegos se hicieron promesas entre saeta y silencio. Con mucho gusto, en cada uno de los detalles que el acto requería, un año más el Santísimo Cristo de la Expiración de la Hermandad de la Santa Cruz de Morón de la Frontera quedó en su paso procesional a la espera que un Jueves Santo soñado por cada uno de los presentes.















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