Entrevista al Pregonero de la Semana Santa de Morón de la Frontera 2014. Juan Andrés Siles Rodríguez

Fran Granado. Conozcamos un poco de la vida cofrade de Juan Andrés Siles Rodríguez Pregonero de la Semana Santa de Morón de la Frontera 2014:
Nací a la Semana Santa hace treinta años junto al palio de la Esperanza, acompañándolo durante las noches de ensayo con mi padre como costalero. Nos hicimos hermanos de la Santa Cruz, la hermandad de mi familia, donde realicé estación de penitencia muchos años como nazareno. Así fue hasta que me convertí en músico de la Banda de Cornetas y Tambores del Stmo. Cristo de la Expiración, con la que toqué durante cerca de veinte años. Con mi banda tuve el privilegio de acompañar a casi todas las imágenes de Jesucristo en la Semana Santa de Morón. También soy hermano de la hermandad de la Soledad, donde en 2005 me puse por primera vez delante de un atril para pronunciar su Exaltación. Al Domingo de Pasión también llegaré tras haber pronunciado el pregón de la Navidad en 2010, organizado por la hermandad de San Francisco. A un hermano suyo, Rafael Jesús López Gallardo, tuve el honor de presentarlo como pregonero de la Semana Santa en el año 2000. Con él he colaborado en la organización de numerosas conferencias, como las celebradas por el Consejo de Hermandades ese mismo año con motivo del Santo Entierro Magno de Morón o los ciclos dedicados a la Inmaculada Concepción, en el marco de las actividades para exaltar a la Patrona de mi pueblo promovidas por la tertulia cofrade “El Aguaó”. De esta tertulia fui miembro fundador, junto a mi padre y a varios amigos, en 1997. Un año después, en 1998, creé la revista Morón Cofrade, con la que tengo el privilegio de anunciar la Semana Santa de Morón cada Cuaresma, gracias a la ayuda de numerosos colaboradores que la hacen posible. Este año llegamos al número 17 y, si Dios quiere, superaremos las 1.000 páginas publicadas sobre la actualidad, la historia y los personajes de la Semana Santa de Morón. En 1995, comencé como periodista cofrade cuando creé el programa de Semana Santa “Entre Varales”, en Radio Morón, que estuvo ocho años en antena.
¿Pensó alguna vez ser pregonero de la Semana Santa de Morón?
Cualquier cofrade, en su fuero interno, lleva un pregón escrito. Aunque suene a tópico, es así. El mayor privilegio que un cofrade puede tener en su pueblo natal es ser su pregonero. Aunque no era algo que concentrara mi pensamiento, sabía que algún año podría llegar. Por supuesto, siempre es una ilusión que está ahí. El nombramiento me ha llenado de mucha alegría y felicidad, sobre todo porque viene a propuesta de la hermandad de San Francisco, a la que no pertenezco como hermano y a la que desde esta web quiero manifestar mi agradecimiento público por todo lo que ello significa para mí.
¿Qué fue lo primero que se le pasó por la cabeza cuando le dijeron que su nombre era el elegido por el Consejo y las Hermandades?
Fue un momento de mucha alegría y mucha satisfacción, por el apoyo de todas las hermandades que depositaron en mí su confianza para pregonar la Semana Santa de Morón. Inmediatamente me fundí en un abrazo con Marta, que va a ser mi presentadora, y sentí la necesidad de llamar a todas las personas que se iban a alegrar y compartir con mi familia en Morón un momento tan importante. El nombramiento nos llenó a todos de mucha felicidad.
Su pregón ¿Cómo lo definiría?
Va a ser el pregón de un cofrade que ha crecido, desde que era un niño, esperando que llegaran la Cuaresma y la Semana Santa, que ha sido nazareno, músico, acólito y contertulio. Gracias a todo ello, he procesionado con siete de las nueve hermandades de Morón. Va a ser un pregón lleno de vivencias y sentimientos, escrito por un moronense que regresa en Semana Santa a su tierra, este año como pregonero. Quiero que en mi texto se vean reflejadas todas las personas que dan vida a las cofradías, gracias a su fe. La Fe, la Caridad y la Esperanza van a estar muy presentes.
¿Cómo ve a las Hermandades en actualidad con el paso de las décadas?
Son tiempos difíciles para las hermandades que están afrontando, en la medida de sus posibilidades, la crisis actual, potenciando la actividad de sus diputaciones de caridad y buscando, con imaginación y trabajo, nuevas vías para obtener recursos con los que responder a las necesidades sociales de su entorno y, al mismo tiempo, seguir adelante con las cofradías. Desde mi punto de vista, las hermandades son un ejemplo de organización, de cómo se pueden hacer las cosas de manera altruista y desinteresada cuando todos comparten la misma finalidad. Además, son instituciones que han sobrevivido al paso de los siglos, gracias a su capacidad de adaptación a los condicionantes de cada tiempo y, creo, que así seguirán siendo también en el futuro.
¿Crees que existe la colaboración necesaria entre las Hermandades y las Iglesias de su pueblo?
Precisamente, en estos tiempos de crisis donde la caridad es imprescindible las hermandades están realizando un esfuerzo enorme para ayudar y colaborar con las cáritas parroquiales. Es un ejemplo de cómo se debe encauzar la colaboración entre la Iglesia y las hermandades. El aspecto de la formación cristiana es otra cuestión que está mejorando, gracias también a la colaboración entre seglares y religiosos. Todos somos Iglesia y debemos aportar nuestro granito de arena en función de nuestras posibilidades y de la posición que ocupamos. En este sentido, todos formamos parte de la misma comunidad.
¿Ve a la juventud con ambición cofrade?
Sí. En Morón los grupos jóvenes están muy consolidados, desempeñando funciones cada vez más importantes en la vida de hermandad. Las claverías tienen con ellos una enorme responsabilidad, pues serán los futuros gestores de las cofradías. Así que debemos preocuparnos por mejorar su formación cristiana y educarlos en los valores de hermandad. De todas formas, los grupos jóvenes representan a una minoría de la juventud. Es cierto que la mayoría suele tener otro tipo de inquietudes y que son pocos los que están dispuestos a dedicar su tiempo, por ejemplo, a tocar en una banda o a implicarse en un grupo joven, por ejemplo. Las hermandades tienen el reto de llegar a la juventud y de educarlos en el respeto y el amor por la Semana Santa, su historia, su cultura y sus tradiciones, pues forman parte de nuestra identidad colectiva como pueblo, que nunca debemos perder.
¿Qué eliminarías de la Semana Santa y que potenciarías?
Pues eliminaría el protagonismo, a veces desmedido, que en ocasiones tenemos los cofrades. Por el contrario, potenciaría la integración de los hermanos en la vida de la hermandad. Además, consolidaría y, en algunos casos, crearía figuras como las del asesor artístico, musical o histórico, ya que son tres aspectos en los que tenemos mucho que mejorar aún, con el fin de hacer las cosas con sentido, argumento y justificación, respetando la identidad de las cofradías e innovando allí donde haya lugar, sin atender a las modas pasajeras o al capricho y el gusto de un determinado momento.
¿Crees que influyen en las Juntas de Gobierno las opiniones tanto críticas como halagadoras que aparecen en los medios de comunicación?
Los medios tienen la capacidad de crear opinión. Sus herramientas se deben encauzar y emplear en sentido positivo y constructivo. Es cierto que en ocasiones pueden llegar a generar cierto estado de crispación e influir en las decisiones que toman las juntas. Pero esto último ocurre, sobre todo, en ciudades de la dimensión de Sevilla, donde su voz y su poder sí tienen un mayor impacto. De todas formas, quienes estamos a este lado, debemos informar siempre con honradez y usar nuestra posición con responsabilidad porque estamos hablando sobre un ámbito muy delicado, la fe y los sentimientos de las personas, con los que no podemos jugar alegremente. Y en comunidades más pequeñas, además, estamos hablando sobre mi amigo, mi compañero o mi vecino. Mantener un equilibrio entre todo esto es muy complejo. Siempre que opinemos debemos hacerlo con conocimiento de causa. Internet es un ejemplo de todo ello, donde muchos se refugian en la impunidad del anonimato para decir lo que les viene en gana, hacer daño y no afrontar ninguna consecuencia por ello.
Una vivencia a destacar
Son muchas y es muy complicado elegir una. La más representativa es la del Jueves Santo en familia, desde la mañana contemplando los pasos hasta el final de la estación de penitencia, comentando todos sus detalles, tras la oración final, en casa. Uno de los momentos más emocionantes, que he vivido, se producía al final de la estación de penitencia. Muchos años, esperábamos la entrada del palio de la Esperanza para tocarle con nuestras cornetas y tambores. La banda junto a su Cristo y frente a su Virgen, viéndola acercarse en el interior del templo, al compás de nuestra oración musical. Era el incomparable epílogo a todo un año de trabajo.
Un Cristo o una Virgen
Pues tampoco puedo elegir. Es como cuando te preguntan, ¿a quién quieres más a tu madre o a tu padre? En el Stmo. Cristo de la Expiración veo la entrega, hasta el último suspiro de vida, del Hijo de Dios por nosotros. Lógicamente, como músico de la Banda de Cornetas y Tambores del Stmo. Cristo de la Expiración, los momentos más emocionantes como cofrade los he pasado tocando tras la portentosa imagen del Cristo tallado por Antonio Illanes. En la Virgen de la Esperanza veo el amor de una Madre por su hijo y por todos nosotros. He crecido con el mismo amor, fe y devoción hacia los dos.
Un deseo para la próxima Semana Santa
Personalmente desearía que se acorte la distancia entre Morón y Madrid y que todo aquél que haya tenido que emigrar de su tierra por motivos laborales encuentre el camino de regreso para vivir la Semana Santa en su hermandad.

Unas palabras para terminar
Espero encontrar el ánimo y las fuerzas necesarias para escribir un pregón que esté a la altura de la Semana Santa de Morón. En su redacción estoy dando todo lo que tengo dentro. Quiero reflejar todo el valor de nuestra tierra. También quiero agradecer a Cofrades de Arahal todas las atenciones que me habéis brindado desde mi nombramiento como pregonero de la Semana Santa de Morón, así como toda la difusión que realizáis de la Semana Santa de nuestros pueblos y ciudades.